viernes, 4 de julio de 2008

Día tranquilo.

Camino por el campo.La brisa golpea mi rostro quitando por unos segundos el agobiante calor que me ofrece el sol desde las alturas.
Las hojas de los arboles se mueven siguiendo el ritmo del viento.Las ovejas pastan sin preocupación alguna.
Poco a poco el aire empieza a enfriarse,la sensación de calor desaparece,dejando un clima templado.
En el cielo comienzan a aparecer las primeras nubes de la mañana.
Sigo mi camino sin rumbo,no me importa donde acabare,simplemente sigo andando.A medida que avanzo,el entorno que me rodea comienza a cambiar,las nubes tienen ya casi todo el cielo conquistado y amenazan con empezar una tormenta.El cielo se volvió oscuro,ya no llegan a mi rostro los rayos que hasta hace un momento dejaba caer el sol.
La temperatura ha disminuido notablemente.Las primeras gotas caen sobre mi cabeza,y poco a poco sobre el resto de mi cuerpo y todo lo que me rodea.
Empapado de pies a cabeza,me refugie bajo un árbol,a esperar que amainara la lluvia,a que vuelva el sol que caracterizo aquella mañana.


"En ocasiones puedo volar"

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