Un ángel... no podía creerlo. Lo que siempre entendí por ángel. Que eran seres divinos que nos protegían de los males en nombre de Dios, al final resulta que son todo lo contrario, y que son los causantes de la muerte de Sue.
-"Pe... pero... los ángeles no pueden ser malos... los ángeles son buenos, nos protegen."
-"¿Por que? ¿Por que lo dice un libro que algún loco escribió como la palabra de Dios? Mira, te voy a contar toda al verdad, y luego sabrás por que lo hago.
Lo que todos "conocen" como Dios, no existe. Dios es el nombre que recibió el acontecimiento en que todo fue creado. El acontecimiento en el que también aparecieron Adán y Eva, los primeros "humanos". Ellos a lo largo de su vida no solo engendraron a la humanidad, si no que también nos crearon a nosotros, los ángeles. Todos creen que vivían en un paraíso y que por una simple tontería fueron expulsados de el, pero no. Ellos no eran esas almas puras que todos creen. Ellos portaban el mal en su interior, un mal que no puede morir, un mal inmortal. Por eso los crearon a ustedes, los humanos. Seres que solo pueden vivir gracias a la fuerza de ellos dos. Si ellos desaparecen o mueren, todos ustedes desaparecerían también. Asi que ellos nos crearon con un solo propósito, matarles. Ya que también gozábamos de un poder "divino", éramos los únicos capaces de hacerles daño. Asi que siguiendo sus ordenes, los matamos, y con ellos a toda la humanidad existente. La vida en el mundo fue aniquilada. Ya que ellos eran "inmortales"(todo en cierto sentido, si se les podía matar, pero luego volverían a renacer) renacieron y con ellos la humanidad que sus "yo" primigenio habían creado. Y todo para volver a ser asesinados por nosotros y volver a ver el sufrimiento de toda la humanidad.
El único problema que ellos no habían llegado a prever, fue que con cada reencarnación, no solo no aparecerían juntos, si no que su personalidad tampoco seria la misma. Nacerían sin saber nada de sus poderes ni de sus identidades, vivirían como humanos corrientes. Pero nuestra misión era firme, teníamos que matarles. Asi que cada vez que reencarnaban en otro cuerpo, los volvíamos a matar. A veces tardábamos años en encontrarlo, no siempre era fácil, ya que no conocían sus identidades, no podíamos seguir su presencia tan bien como cuando nos crearon.
Siempre todo fue regularmente igual. Pero esta vez algo cambio. En cuanto encontramos a la reencarnación de Eva, a la que tu llamabas Sue y la matamos, algo fallo. Su alma no desaparecía. Seguía aun viva en este mundo, y eso nunca había pasado antes. No entendíamos que era lo que pasaba hasta que caímos. Tu. Lo único que podía retener el alma de Eva a este mundo era una unión muy fuerte hacia otra persona, y esa solo podía ser Adán. Pero nunca las reencarnaciones se habían dado asi. Siempre eran dos almas que nacían a la vez, y esta vez fue el padre, Adán, que engendro a su hija, Eva. Solo el que tu estuvieses muy cerca de ella y que tuvieras una unión tan fuerte podía hacer que su alma permaneciera aquí.
