jueves, 28 de mayo de 2009

Writing_Parte12.


Pasaron ya 3 años de todo aquello. Yo y 15 acabamos los estudios juntos. Poco después del juego de las manzanas, unos días después, me pidió salir. Me pareció algo raro, insólito. Como alguien tan poco común como yo podía vivir algo que solo los “normalitos” podían tener. Después de eso, también a ella la marginaron, intente varias veces convencerla de que ella no merecía esto, y que me dejara para así poder vivir su vida de forma normal y no marginada junto a mí. Pero no atendía a razones. Por un lado me sentía culpable por todo, pero por otro feliz. Ya no estaba solo, ya tenía a alguien que estaría a mi lado en todo. Al final si que era ella la que me sacaría de todo eso, aunque no del todo correcto. Ella no me saco de ningún lado, sino mas bien se hundió conmigo, aunque también es cierto que he cambiado bastante. Sigo siendo el raro de todo, pero almenos ahora no solo lo admito, si no que me siento aun más orgulloso de serlo.
Mi madre se fue un día de vacaciones y nunca volvió. Envió una carta días después de irse diciendo que conoció a una persona nueva y que se quedaría a vivir con ella, que yo era los bastante mayor como para mantenerme por mi mismo y que cualquier cosa tendría a 15 para ayudarme. Sabía que no era alguien de confianza, pero aunque era un simple juego mío, al final se hizo realidad, y me dejo. Por suerte encontré un trabajo en la tienda de videos cerca de casa. Así que no hay tanto problema. Al principio esto de estar siempre solo en casa me pareció bueno, relajante, no había nadie que me molestara, pero pasado el tiempo se vuelve algo menos alentador. 15 viene bastante por casa, pero la mayor parte del tiempo estoy o en la tienda o en casa solo.
Además lo de trabajar en la tienda no es que me haya traído muchos amigos. Ahora no solo soy raro, si no que como se dio a conocer que me gustan las películas de terror y ciencia ficción, ahora soy el “friki psicópata”, pero bueno, quiera o no me gusta esto de no ser “normal”. Siempre me gusto y siempre me gustara, o almenos por ahora, mientras no me persigan con palos o quemen mi casa en algún acto religioso en contra de los espíritus del mal.

Aunque haya cambiado un poco, y haya dejado de lado también lo de escribir una novela, sigo siendo el mismo por dentro, y es algo que me encanta. No perder mi identidad. Puede que a muchos no les guste, pero es algo que me caracteriza, y dice mucho de mí.

Estos últimos años me di cuenta de que todos intentan ser iguales. Si uno hace algo y le va bien o parece gracioso, todos le imitan y son como él. Nadie tiene ni la más mínima personalidad. La cosa es copiar a otro para que el resto te vea bien. Prefiero ser el paria, el idiota diferente, el “friki psicópata” si almenos es así como quiero ser, no serlo porque se lo copie a otro. Es mi decisión. Mi identidad. Cuando muera no dirán “Mira, es otro funcionario”, “Otra copia muerta” , “Otro cadáver”, sino mas bien “Mira, el rarito ese ha muerto”, puede sonar despectivo para algunos, pero dentro del contexto, la misma frase me diferencia del resto, y aunque ellos no lo crean, mi vida fue mucho más especial y mejor que la de ellos.


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