Lo veía, si, lo veía, el fuerte del norte, el final de mi camino estaba frente a mis ojos, ya falta menos para que todo esto se acabe. Pondría fin a todo lo que provoqué, arreglaría todo.
Estoy bajo las enormes puertas del fuerte. Una voz me hablaba a través de una rendija en ella.
-“Tu, ¿Quién eres?, ¿Qué te trae a Seinciarg?”
No hay comentarios:
Publicar un comentario