martes, 20 de octubre de 2009

Dreamer_parte4.


Después de una noche memorable, el día no sería menos. Un radiante Sol lo observaba todo desde los cielos. Todo parecía perfecto. Era imposible que algo fuera mal. Después de todo lo conseguido y ahora, el día que dejarían el pasado y crearían un futuro, les sonreía. Tan rápido como Larry se despertó, despertó a Julia, se despidió de ella, se puso sus gafas y se fue en el coche directo al banco. Ni siquiera los semáforos se atrevían a detenerle, todos cambiaban a verde a medida que él se les acercaba. Era como si el destino se pusiera a su favor, o magia. Larry no era un hombre de mucha fe. A él le gustaban más otras cosas. Y una de las que más le atraían era la magia. Gracias a esto el no creía en lo imposible. Con el poder de la magia todo era posible, no había barreras que se le interpusieran. Hace un tiempo había ido a una escuela de magos, pero lo dejo al poco tiempo. El no quería trucos baratos de feria, él creía en la autentica magia de la que hablaban los cuentos de cuando era niño, la magia de las películas. Y aun soñaba con que sucediera algo asombroso en su vida, algo mágico que le marque para siempre, pero aunque a él le entusiasmaba el tema de mudarse y tener un hijo, aun seguía con esos pensamientos en su mente, él quería algo más. Finalmente llego.

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