lunes, 19 de octubre de 2009

Dreamer_parte3.


Desayunaron y salieron de la casa. Buscaron su coche y se fueron a las inmobiliarias a ver alguna casa.
Todas eran prácticamente iguales, ninguna les convencía. “Que si no tenía suficiente espacio, que si el jardín no era lo suficientemente bueno, que si las vistas del balcón eran feas…” Un sinfín de fallos minúsculos y sin importancia que a Larry le daban igual, pero que a Julia le molestaban. Y él simplemente asentía con la cabeza sin más, prácticamente ni escuchaba nada de lo que ella le decía, no quería saber anda del tema, solo esperaba el momento en que encontrara una casa que le gustara.
Y el momento llego. El silencio inundo la sala. Los ojos de Julia brillaban como nunca, apenas parpadeaba. Se notaba en su rostro una gran emoción que la dejaba sin aliento a pesar de no haber ducho ni una sola palabra. Finalmente dejo salir un “Esta” y ahora fueron los ojos de Larry y del vendedor los que empezaron a brillar, ambos cruzaron sus miradas por apenas un segundo mientras se giraban a ver la casa ganadora. Casi se pudo ver una comunicación telepática entre los dos felicitándose.
Todo estaba hecho, la casa estaba elegida, no tenía ninguna pega, todo era perfecto. Solo hacía falta el dinero. Y como ya lo habían hablado el día anterior con la amiga de Julia, todo estaba resuelto. Iban al banco, pedían el préstamo y sus vidas cambiarían como nunca. Un paso más cerca de la llegada del nuevo miembro de la familia.
Esa noche lo celebraron por todo lo alto. Salieron a cenar a un restaurante de esos caros en los que apenas dan comida. Por lo que hay que degustarlo durante un buen rato para que el precio salga rentable. Y al volver a la que pronto seria su vieja casa, lo siguieron celebrando en un primer intento de traer al mundo a su hijo.

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