lunes, 6 de julio de 2009

Writing_Parte24.


Pasaron varios días, y aunque dijeron que lo dejara, que no era nada, al final sabía que tenía razón… a medias.
No era la tortuga, pero seguro que era algún amigo suyo. Era un conejo. Se ve que se coló en casa por alguna ventana o algo. Y ahora se llama Fango y vive conmigo. Tarde o temprano me dirá para quien trabaja y donde está la tortuga.

-“Eh, 23. ¿Cómo va la historia? ¿Ya tienes algo pensado?”

-“Algo. No será algo espectacular. No se entrará dentro de las mentes de los personajes. Sera algo relativamente rápido.”

-“¿Ya? ¿Tanto tiempo esperando este gran momento para que hagas algo rápido? Pensaba que de verdad querías hacer algo grande.”

-“Y lo será, no te preocupes. Nunca hice nada que mostrara todo al principio. Todo lo bueno llega tras haberte metido en la historia, tras haber pasado un tiempo. ¿Y por qué no agrandar todo esto, acabar de leer esperando algo más, acabar de leer sabiendo que no conoces, que no entiendes a cada personaje? La historia no va sobre los personajes, la historia va sobre la historia misma, sobre los acontecimientos que la forman. Las continuaciones son las que están ahí para aclarar las dudas, las historias de los personajes antes de los acontecimientos, las historias paralelas a esto. O bien por vagueza de no haber pensado bien en su momento, pero prefiero pensar del otro modo, ya que aunque sea rebuscado, tiene su lógica.”

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