La respuesta era un si obviamente, una película sobre mi… que gran espectáculo, digno de mención. Al oír la respuesta salimos de casa. Me acompaño a la tienda, y de ahí se fue a su trabajo. Estaba bastante mas lejos que el mío, pero como la parada del bus estaba frente a la tienda a veces me acompañaba si tenía tiempo.
Le conté al jefe lo de la película y todo eso. El dijo con su tono serio que solo a veces utiliza:
-“Mira chico, me encanta que tengas tantos sueños, que tengas esa enorme imaginación y esa forma de pensar y de ser tan peculiar. Aunque siempre tenga que estar llamándote la atención, me gusta venir a trabajar y verte, ver como te comportas, te veo como una persona libre de toda la mierda que hay fuera, es como si vivieses en un mundo diferente, en tu propia burbuja. Pero no te hagas tantas ilusiones, puede que te lleves bastantes golpes en el futuro.”
Supongo que se preocupa por mí, pero no es que viva en otro mundo, o tal vez si, pero simplemente veo las cosas de un modo diferente al de los demás.
Y se hicieron las 8, no hubo anda interesante este día.
-“¡Adiós jefe!”
-“Adiós. Esto… antes de irte, una pregunta. ¿Nunca dejaras de llamarme jefe y me llamaras por mi nombre?”
-“Imposible. Un día leí una historia en la que decían que el saber el nombre de otra persona te daba el poder de esclavizarla. Así que nunca diré el nombre de nadie, no vaya a ser que alguien lo oiga y lo use de mala manera. Y mi nombre nunca lo daré, además de por esto, porque nadie puede saberlo hasta que sea famoso. Y créame, algún día lo seré, puede estar seguro. Adiós jefe.”
-“No hay duda de ello chico, no hay duda de ello.”
Al llegar a casa, busque algo para picar, algo de beber, puse otra película de zombis y al acabarla llame a 15. Lo que hablamos es tema mío y de nadie mas así que esto quedara en mi cabeza y no saldrá nada.
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