Todos los soldados empezaron a corren en dirección a la puerta del castillo.Se amontonaron frente a ella,y desde atrás de ellos,apenas lo poco que llegaba a ver era que las puertas se abrieron.Poco a poco se veía como los soldados se iban arrodillando frente a la persona que había entrado.En el momento en que todos quedaron arrodillados pude ver su rostro,era el rostro de uno de los mayores héroes que habían conocido nuestras tierras.
Vestido con una enorme armadura dorada incrustada con varias gemas,sosteniendo la legendaria
"Sygnos",espada que según se dice fue portada por uno de los serafines durante la 1º guerra y que es capaz de partir montañas,y montado en su hermoso tigre blanco,era nada mas y nada menos que Tartos en persona.
Todos los murmullos de desesperación se perdieron bajo los gritos de salvación al ver que Tartos había venido a ayudar en la batalla contra los demonios.
Veía la esperanza en los ojos de todos,y me contagiaba a mi también.
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