jueves, 2 de septiembre de 2010

Fin de una vida.

-¿Tiene su gracia eh?- Me dijo

-¿El qué?

-Todo, todo esto. El hecho de que estés aquí, de que yo esté aquí. De que todo haya acabado de este modo.

-Puede que si… Puede que realmente todo deba acabar así. Pero… ¿Cómo he llegado a esto?

-¿No lo recuerdas verdad? Es normal…



-¡Eh, Ben! ¿Lo tienes todo verdad?

-Si, todo está listo.- Dije enseñándole la maleta.

-Muy bien, vamos dentro.

Frente a nosotros se encontraba una majestuosa entrada a uno de los hoteles más caros de la ciudad. La gente entraba y salía sin parar a todas horas, yendo y viniendo.
Una vez entrabas un dulce aroma a menta nos atravesó empujado por las ráfagas del aire acondicionado de la recepción.

Había muchísima gente allí sentada en los sofás desayunando tranquilamente hablando entre sí formando una barrera de sonido que no permitía enterarte de nada a menos que estés al lado de cada uno. Pero no podías, la barrera no te dejaba acercarte.

Nos acercamos a la recepción. Nos atendió una hermosa mujer con un pelo rubio oscuro recogido debajo de una especie de boina de piel con el logotipo del hotel. Pedimos una habitación y nos entrego la llave.
Habitación nº173 piso 19. Nos dijo que era muy importante no perder la llave dado que no había copias. Hicimos como si nada y nos fuimos al ascensor. Nosotros no éramos como todos estos ricachones a los que todo les da igual porque pueden arreglarlo con dinero. Nosotros éramos gente corriente, teníamos más cuidado por las cosas, y más aun por las cosas que eran más caras incluso que nuestras vidas. Pero la perdimos…


-Ya han pasado 5 días Ben. ¿Cómo te encuentras?

-No muy bien para serte sincero.

-¿Dónde está tu amigo, ese con el que entraste?

-Se fue cuando me entregaron la llave.

-¿Y para que era la maleta?

-Sonara estúpido pero, ¿Sabes cuantas toallas hay por cada habitación en este hotel? ¿Y sabes cuantas entran en una maleta? Todas.

-Entonces sabrás que esto es cosa del karma. El hecho de que te quedes encerrado dentro de esta habitación por que la llave quedo de lado de fuera es por el simple hecho de que querías llevarte todas las toallas de la habitación.

-¿Karma dices? Menuda tontería.

-Tontería tu madre. Karma es un muy buen amigo mío.

-¿Eh? A todo esto. ¿Quién eres tú?

-No lo diré dado que nunca lo hago. Pero ya que estas en las ultimas y colapsaras pronto te diré que mi rostro suele aparecer en sopas y cereales, y a veces en tortitas.

-Así que eres tú… No se si estoy delirando por la falta de comida o si esto es real, pero no eres como la gente te cree.

-Mmmm… Delirante, me gusta esa palabra. Y no, ¿Como la gente va a retratarme si hace miles de años que no me ven? ¿Viste la película sobre mi crucifixión? Debería haberme hecho famoso. Pero no, ¿Cómo voy a decirles a mis amigos que ese soy yo si no se parece en nada a mí?

-Y ahora que, ¿Iré al cielo? ¿O me castigaran por intentar robar las toallas?

-¿Las toallas? No te preocupes por eso , nadie te dirá nada. En mi casa ninguna toalla es comprada, todas son de hoteles. Y si, iras al cielo pero solo unos segundos.

-¿Cómo que unos segundos?- Le pregunte extrañado.

-Ya sabes, la gravedad.

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