Difícil aguantarlo. Todo da vueltas. El vacio que rodea tu mente sigue ahí, algo te falta, algo te falto, algo te faltará.
¿El qué? nunca lo sabrás, siempre estará ahí. Nunca estarás lleno de todo, siempre serás así, siempre serán así.
El esfuerzo es innecesario. Es su naturaleza el no ser alcanzado, el no dejarse ver por nadie en ningún momento.
Los días llegan a su fin, no lo has visto. La vida se apaga, y en ese momento lo ves, al otro lado del camino.
Es algo inimaginable, algo incapaz de ser descrito. Carece de forma pero a la vez la tiene. Riéndose a la distancia.
Todo resulta ser insignificante a su lado. Responde a todas aquellas preguntas que nunca llegaste a responder, pero abre otras. Tan grande y pequeño a la vez. Sorprende solo su presencia, tanto que hasta parece que no está, que solo es su imaginación.
El sueño de un loco es lo que le define, el sueño... ¿Estoy equivocado?
No es algo que me llame mucho la atencion. Pero bueno, lo escribi y lo pongo :D
Él siempre se comportaba de una forma normal, nada fuera de lo común. Llegaba a casa, hacia sus deberes, se sentaba con toda su familia a ver la tele, cenaban, antes de dormir le daba de comer a su tortuga. Como digo, normal.
Hasta que un día no volvió a casa después de clases. Ese día no hizo sus deberes, no se sentó a ver la tele con la familia, no ceno, y por supuesto, no le dio de comer a su tortuga. Simplemente desapareció.
Al final, después de dos días volvió a su casa. Volvió como si nada hubiese pasado. Llego, hizo sus deberes, se sentó con la familia a ver la tele, ceno, le dió de comer a su tortuga y se fue a dormir. Nadie le pregunto nada. Simplemente lo dejaron pasar, como si nada hubiese pasado.
A la mañana siguiente se fue a clases, volvió y repitió su rutina durante los siguientes días sin ningún error. Todos parecían extrañados, no entendían lo que estaba pasando.
Le preguntaban lo que hizo esos días, que es lo que le paso. El solo respondía que no paso nada, que acabo sus clases y que volvió a casa como todos los días.
El era un chico normal, como cualquier otro… bueno, excepto por algunos percances. Es algo descuidado, y tiene algo de buena suerte.
De pequeño, un día mientras salió a pasear al perro con su padre, pasaron mientras volvían por el jardín de su vecino, que por un accidente perdió el control de su cortacésped y acabo con la vida de su perro. A él también le alcanzó, pero solo le rozo el codo. Su padre que se había resbalado centímetros antes, lo llevo rápidamente dentro de la casa, pero solo era un rasguño, nada grave.
Años más tarde, salió de fiesta con sus amigos. Fueron a la montaña a pasar el fin de semana al lago del viejo lago. Según cuentan, una de las que allí estaban, bebió demasiado y dentro del coche, acelero y fue directa hacia él. Por suerte solo le rozo el pie, nada grave, salvo por la chica, que acabo ahogada dentro del coche. Al parecer no puedo abrir la puerta.
Todos estos acontecimientos y muchos más a lo largo del tiempo dirían que no es alguien muy común, y menos si mencionamos que a pesar de haber pasado varios años, sigue mostrando la misma apariencia que cuando tenía 12 años.
Pero según todos los del pueblo, el es alguien muy común. Alguien que no sobresale en nada.
Y volviendo al día de hoy, su padre le preparo un viaje sorpresa a la montaña. “Es un buen día para ir a ver el paisaje” dijo el padre, y juntos se fueron.
Pasaron tres días y el volvió, hizo los deberes, se sentó a ver la tele con su familia, ceno, le dio de comer a su tortuga y se fue a dormir.
A nadie le pareció extraño que volviera solo. Ni su padre ni el coche estaban. Se miraban los unos a los otros como alarmados, pero no decían nada. Se comportaban como si fuera un día como cualquier otro. Y así fueron los siguientes cuatro meses.
Ya era verano, y el y sus dos hermanos fueron a la piscina del pueblo. Estaba repleta, apenas había sitio dentro del agua. El y su hermano mayor decidieron hacer una carrera alrededor de la piscina.
Al cabo de dos vueltas de las cinco que habían acordado, su hermano mayor iba perdiendo. Al poco que faltaba por acabar, el dio un salto y detrás de él, su hermano mayor se resbalo con una pastilla de jabón que había en el suelo, cayó y se abrió la cabeza con la escalera.
Todo el mundo lo vio, pero por alguna razón siguieron como si nada. El sol se empezó a esconder y todos se fueron de allí. Nadie saco el cuerpo de su hermano de la piscina, durante toda la noche y los días siguientes floto por el agua hasta que un día sin más, desapareció.
Al cabo de dos semanas, su otro hermano apareció muerto en su cama. Nadie se alarmo, simplemente lo dejaron estar y al cabo de unos días, desapareció.
Extrañamente, la madre ya no estaba tan normal como todo este tiempo. Pasaron días en los que se encerraba en su cuarto a llorar durante horas. Nadie entendía el por qué. Se empezó a creer que por alguna razón había enloquecido. Muchos vecinos habían ido a verla, pero ella no hacía más que llorar la muerte de su familia.
Al final acabo por ser casi marginada del pueblo. Ya nadie iba a verla. Se quedo sola. Bueno, sola no. Aun lo tenía a él.
Un día, el bajo al comedor a desayunar, pero no había desayuno sobre la mesa. Busco a su madre por toda la casa, hasta que la vio sentada en su cama, mirando su tortuga.
“¿Qué haces mamá?” Le pregunto él. Aunque ella no respondía. “Mamá, ¿Qué haces?” Insistió. Pero en vano, no salía ninguna respuesta de los labios de su madre.
“¿Dónde está mi desayuno mamá?” Volvió a preguntar pero con la misma respuesta.
Ella simplemente se quedaba callada mirando a la tortuga. Al cabo de varios minutos de silencio, se levanto, se acerco a la tortuga, la levanto, y la apretó con todas sus fuerzas. La tortuga simplemente desapareció de sus manos.
“Mama, ¿Qué haces, donde esta mi desayuno?” Le volvió a preguntar con la tortuga en sus manos. Se acerco y la dejo donde estaba antes.
“Hijo… ¿Por qué no te mueres?” Le pregunto la madre entre lágrimas.
“¿Por qué dices eso mamá? ¿Te pasa algo?” Le respondió el mientras se acercaba a ella a secarle las lágrimas.
La madre alejo la mano de su hijo de su cara y le dijo “Dios está en todas partes, el lo ve todo, te ve a ti, sabe lo que haces, lo que estás haciendo, quien eres.” “Lo sé madre.” Le dijo con una voz tranquilizadora.
A partir de ese día no se les volvió a ver. Nadie recordaba siquiera como eran, como se llamaban, nadie les recordaba. Era como si nunca hubiesen existido.
Aunque al parecer falta mucho… A pesar de que todo esto empezó siendo una tontería por pasar el rato, me acabe dando cuenta que quizás fuese más que eso. Y así fue, estoy seguro de que es algo más que un pasatiempo. De todos modos, tengo un problema con todo esto, y es que siempre que se me ocurre algo se me olvida segundos después o se me ocurre algo antes de dormirme, justo en los momentos en los que no puedo hacer nada, cuando no tengo donde anotar. A veces me pongo a escribir algo pero no me salen las palabras justas para hacerlo. No es tan fácil como esperaba, ni como tantos piensan. Desde mi punto de vista, uno no tiene que ser muy inteligente para escribir algo. No es que haya que ser tonto, pero pienso que lo que más debe prevalecer en uno mismo es su imaginación. Una imaginación con la que no tenga que inventarse una historia, si no que la valla escribiendo a medida que va viviendo en ella. Relatar, no inventar. Desde hace tiempo que voy escribiendo cosas. Alguna que otra historia no demasiado larga. Pero no me sirven, si pienso llegar alto, debo apuntar alto. La meta es conseguir crear una novela y ganar, que triunfe, que se dé a conocer mi gran nombre. Aunque aun no lo consiga.Crear un personaje, un mundo en el que viva, una población con la que se relacione. Alguna meta que tenga. Conseguir meterme en su mundo, conseguir algo más que un “Vengo, mato y me voy” de solo cinco minutos. Tiene que ser algo grande. Sería muy fácil ponerme a contar mi vida día a día, pero además de aburrido, seria almenos para mí una idiotez. Falta de imaginación, ir por lo fácil. Lo que realmente vale es crear un mundo completamente diferente al nuestro y dotarlo de vida propia, hacer que aunque el personaje principal este durmiendo o en algún sitio, todo lo que le rodea siga su rumbo, que no se detenga. Si… Pero bueno, todo tiene sus partes, y una historia también. Antes que nada, todo tiene su presentación, y luego, su principio.
-“Ehem… En una época bastante diferente a la nuestra. Ambientada en la Edad Media mágica. Existen los elfos, los enanos, todos esos seres mágicos de los que se creía existían en esa época. En el norte de todo, estaba el dragón negro, viviendo en su imperio de fuego. Desde allí atacaba con su ejército a los humanos de Fenril (Esto era un país liderado por reyes de una larga familia de caza dragones). El dragón utilizaba el poder de un antiguo orbe de magia oscura…” -“Alto, alto, alto. Esto que me estas contando no tiene ni pies ni cabeza. Parece que te lo estas inventando a medida que lo vas diciendo. Además, es algo ya tan visto esto de los elfos y los enanos y la edad media, que aunque tuvieras un gran don de la palabra (que según veo no tienes ni el más mínimo don) esto no llegaría muy lejos. Es una historia y un material tan usado que sería aburrido. Si quisiera leer algo de elfos y demás, me leería “El señor de los anillos”, o me vería la película, no tendría ganas de leerme lo mismo otra vez. Lo siento pero no nos vale. Vuelva cuando tenga algo diferente o mejor, o almenos algo pensado.”
-“Si…”
Y eso es lo que siempre me pasa. Nunca nadie quiere mis historias. Puede que aun no sea una persona muy creativa, pero algún día lo seré. La gente hará cola por comprar mis libros. Firmare autógrafos. Harán películas basadas en mis novelas. Seré famoso. Todos oirán hablar de mí. Ese es mi sueño, es el camino que elegí. “¡Harry Potter te vas a enterar!”
Me paso el día leyendo libros, viendo series, leyendo todo tipo de cosas. Pero al perecer aun no se me ocurre nada bueno, nada que llame la atención. Sé que todo esto es cuestión de tiempo. Pronto llegara el momento. El gran día en que me levante y tenga en mi cabeza lo que me llevara a mi gran futuro.